¿Es el andador un producto verdaderamente necesario para nuestro bebé? Esta sea tal vez la primera pregunta que podrás plantearte antes de comprar un andador o un tacatá. Conforme vaya creciendo y gane más fuerza en el tronco y las piernas, nuestro pequeño se convertirá en un auténtico terremoto. Los bebés aprenden primero a arrastrarse, algunos gatean y, más tarde, comienzan a ponerse de pie y a caminar unos pasos. En particular, mi hijo aprendió a gatear cuando cumplió los 7 meses y a caminar con 13, pero cada bebé es diferente, así que no te preocupes demasiado si tu bebé todavía no ha aprendido a andar. ¡Todo a su tiempo!
Sí, porque...
- Ayuda a acelerar el proceso autónomo del bebé para aprender a caminar
- Es una fuente de diversión
- Puede fortalecer los músculos de las piernas
No, porque...
- Podría influir en el desarrollo correcto de sus rodillas, su espalda y sus pies (según muchos especialistas)
- Impide que el bebé pueda aprender a caminar y a ponerse de pie por sí mismo, si se usa con frecuencia
- El bebé podría caerse y lastimarse
Al principio, muchas mamás tenemos dudas de si realmente el andador es un producto útil para enseñar a caminar a un bebé, especialmente si se trata de nuestro primer hijo. Hay quien piensa que colocar al bebé en un andador cuando todavía no sabe andar puede perjudicar a su coordinación porque no es consciente de sus pasos y no puede verse los pies.
Algunos especialistas aseguran que el uso de tacatás puede aumentar del riesgo de anomalías en las rodillas, la espalda y los pies durante el crecimiento del bebé. En mi caso, ninguno de mis hijos ha desarrollado ningún problema por usar el andador cuando eran bebés, es más, a ellos les encantaba. Sí es cierto que al principio lloraban, pero enseguida se acostumbraron y se convirtió en uno de sus juguetes favoritos.
El andador puede utilizarse como un medio de entretenimiento más que como un apoyo para ayudar al bebé a caminar. Yo te recomiendo que limites su tiempo de uso al día.
En general, todos los andadores llevan incorporados juguetes con los que nuestros bebés pueden entretenerse mientras tú te dedicas a otras cosas, como por ejemplo, el andador Baby Einstein o el andador Buggy Sport de Jané. Eso sí, nunca los dejes solos y mantente siempre cerca de ellos para vigilar al bebé y evitar que se tropiece o pueda caerse del tacatá.
Mi consejo es que intentes alternar el uso del andador con los movimientos naturales del bebé para intentar caminar o sostener el peso de su cuerpo sin su ayuda. Sólo disfrutarás de sus primeros pasos si le dejas solo o sola "ante el peligro". Recuerda que el tacatá o andador es sólo un instrumento para acelerar la autonomía del bebé con el fin de que aprenda a caminar por él mismo; nunca será, por tanto, un sustituto para alcanzar esta habilidad.
Y vosotras, ¿estáis a favor o en contra de los andadores?